En esta obra, el viaje se despliega a través de una sucesión de portales que funcionan como etapas de transición.
Portales fronterizos muestra cómo el conducto continúa cruzando distintos universos y, en cada frontera, algunas canicas y sus diminutos quedan en el camino mientras otras continúan avanzando.
No se trata de pérdida, sino de un proceso natural de filtrado propio de todo cambio profundo.
Cada portal marca un nivel distinto del trayecto y permite que solo progresen aquellas intenciones y deseos que están listos para ese tramo.
Las canicas que permanecen a un lado no desaparecen: simplemente esperan otro ciclo, otro intento o un nuevo punto de partida.
La obra nos recuerda que en el viaje hacia una vida nueva no todo avanza al mismo tiempo ni con la misma fuerza.
Algunos sueños siguen, otros hacen pausa, y todos forman parte del mismo camino de transformación.
