Nos encontramos en uno de esos barrios de La Habana que parecen detenidos en el tiempo, y donde cada rincón cuenta una historia.
Eso que ves ahí no es solo una calle en obras; no, eso es puro corazón cubano latiendo entre polvo, adoquines y vestigios de un pasado más próspero.
Ese ‘carro’ antiguo simboliza muy bien todo lo que define al pueblo cubano: resistencia, creatividad, amor por lo viejo y alegría de seguir adelante… aunque el motor suene quejoso.
(Santi Llamas)

