El Renacimiento (s. XV–XVI) rompe con la visión medieval basada en la autoridad de los textos sagrados; impulsa una nueva forma de pensar y de conocer el mundo, fundada en la razón, la observación y la experimentación.
Retoma el interés por los textos clásicos de Grecia y Roma y sienta las bases para la Revolución científica (s. XVI–XVII).
El italiano Leonardo da Vinci (1452–1519), renacentista por excelencia, integraba arte y ciencia; en su dibujo “Hombre de Vitruvio” representa, a partir de los estudios del arquitecto romano Vitruvio (s. I a.C.), las proporciones ideales del cuerpo humano: circunscrito en un cuadrado y en un círculo perfectos, el ser humano se presenta como la llave para comprender el equilibrio del universo.
(Santi Llamas)

