El conducto transportador

FICHA TÉCNICA

Artista: Valeriano Cortázar
Técnica: Mixta sobre lienzo (Díptico)
Medidas: 180 × 180 cm
Serie: Sinfonía de Colores

Aquí se inicia el embarque definitivo.
Los diminutos introducen sus canicas —portadoras de deseos y propósitos— en un tubo de cristal sólido y recto que fija un recorrido único, sin posibilidad de desvío ni retorno.
No es solo un conducto de tránsito: es un filtro.
No todas las canicas, ni todos los viajeros, completarán el trayecto.

El cristal transparente permite ver el avance, pero no intervenirlo: una vez dentro, el destino se activa y continúa por su propia inercia.
Esa rigidez del tubo simboliza el carácter irreversible del cambio cuando ya ha comenzado: lo que se entrega al viaje deja de pertenecernos en su forma inicial.

El conducto transportador encarna el punto en el que el proceso deja de depender de la voluntad y pasa a depender del movimiento.
Participar aquí es aceptar el riesgo esencial del cambio: avanzar sabiendo que no todos los trayectos conducen al mismo final, pero que quedarse ya no es una opción.